El último Seven de la República fue -como de costumbre- el escenario de la tradicional reunión de Presidentes y de la Comisión de Uniones de todo el país. Se presentaron los datos del año que se va y como es habitual se entregó el balance de la temporada. Hacemos un repaso de los detalles que deja el informe anual de la Unión Argentina de Rugby.
Los fichajes
Las estadísticas suelen entregar información fría y dura, pero que suele servir para marcar un camino, sostenerlo o hacer las modificaciones que correspondan. El número de fichajes de jugadores es uno de ellos y refleja este año un sostenimiento con respecto a la explosión que generó el cuarto puesto de 2015. Tal cual ocurrió con los éxitos deportivos anteriores -por ejemplo el bronce de 2007 llevó de 38171 a 47909 en 2008, 25,5% más- el "hitazo" del 2015 llevó el número de 59212 a 64764 players registrados. Hay un indicador: los crecimientos interanuales fuera de los grandes hitos no suelen superar el 3%, lo cual puede no ser una novedad, es un fenómeno que ocurre en todos los deportes. El 2017 encuentra al deporte ovalado argentino con 68477 fichajes contra los 64764 antes citados del 2016. Se sostuvo la línea de crecimiento, y habrá que buscar al responsable por el lado del ingreso al Super Rugby y la gran atracción que eso genera. Los últimos cuatro años dejan una escalada del 20,14% en la cantidad de fichajes en nuestro país.
La masa de jugadores de mayores se lleva un pedazo grande de la torta: más de 22 mil participan de primera y el resto se reparte en todas las categorías de juveniles, siendo la de menores de 15 la más numerosa, con 9183 chicos practicando en sus clubes. Desde ahí la pérdida es notable llegando a menos de 4000 en cada una de las que rozan plantel superior: 3244 en M20 por ejemplo.
El fichaje en rugby femenino es el otro dato saliente, 3643 jugadoras forman parte del total de los registros, o sea el 5,32% del universo competitivo nacional, con un crecimiento descomunal, en el 2012 jugaban 917 chicas y en este 2017 fueron 3643 las jugadoras en firmar su ficha para jugar.
Unión por Unión
Las Uniones en general crecieron en número de jugadores competitivos, aunque lidera con comodidad Tucumán con 1038 fichajes más, sumando 3624, todas tienen estadísticas favorables. Córdoba tuvo una suba moderada, 70 más y un total de 5198, manteniendo el liderazgo del interior en este rubro. Lo sigue la URT y tercero está Rosario con 3548 jugadores habilitados para jugar, con 107 que se sumaron a la práctica en niveles de competencia. Cuyo sigue en el cuarto puesto con 3113 fichajes, 50 más que hace un año. Atención, Andina presenta un caso a seguir, tiene 415 nuevos fichados, con un total de 1423 jugadores, habrá que pedirles la fórmula, notable.
La Unión de Rugby de Buenos Aires sigue siendo un monstruo aparte, con 92 clubes y números de una ciudad pequeña -24788 jugadores registrados para competir- sumó 522 a los 24266 chicos y chicas del año anterior.
Detrás de los bestiales números de la URBA, Córdoba cuenta con la no despreciable cantidad de 55 clubes, Rosario la sigue con 31 y UROBA con 28.
Club por Club
La viralización hizo su trabajo en este caso, trascendió en estos días a través de las redes la cantidad de jugadores por club, siendo el SIC a nivel nacional el cómodo líder con 614, seguido por CUBA con 545. Rosario tiene en los clubes más competitivos la mayor concentración de los fichajes: Jockey a la cabeza con 267, sigue Duendes con 255, GER con 229, 224 para Estudiantes y Old Resian con el mismo número -224- lo que demuestra el gran trabajo que hizo el tricolor en los últimos años, reflejado en los jugadores competitivos que tiene en sus filas.
La competencia nacional es todo un análisis aparte, y no vale la pena sumar líneas a tan extenso relato, aunque si vale resaltar la cantidad de clubes que participan entrando y saliendo de los torneos UAR: 80.
El 35,7% de deserción fue detectado gracias a este seguimiento nacional. El número se mantiene con respecto a temporadas anteriores, y son jugadores fichados en 2015 que no se ficharon en el 2016. La UAR prepara una serie de medidas que comenzarán por la depuración de este indicador, analizar las causas y programas de difusión para fidelizar a los jugadores. También se presentará un programa llamado "Rugby Seguro", que consiste en la implementación de protocolos que están en estudio desde inicios de este año a raíz de la cantidad de lesiones catastróficas ocurridas durante esta temporada. Toda la estadística y los resultados de los informes derivaron en esta línea de acción que conoceremos en marzo, pero que adelantaremos oportunamente en una próxima entrada en este blog.
Las asignaciones presupuestarias
Los números que reflejan el aporte de la UAR por estructura para gastos en cada uno de los regionales también vienen con aumento. Las partidas para el Litoral durante este 2017 fueron de 590 mil pesos para cada una de las tres uniones (1 millón 770 mil en total), mientras que para el 2018 está previsto un desembolso total de 1 millón novecientos mil pesos entre juveniles y mayores. Aunque el reparto es parejo entre las uniones, URBA recibirá menos, solo 659 mil pesos y para los mayores, no hace falta resaltar que tiene una potencia económica mayor al resto. En total la Unión Argentina repartirá casi 16 millones de pesos de su presupuesto en el rugby amateur del país durante el 2018 venidero, 4 millones más que en el ejercicio anterior.
La estadística es fría y dura, pero como decía al comienzo de la nota, a veces contiene indicadores que marcan el camino, o ayudan a corregirlo, y no cabe duda que en este caso ayudan, y mucho, al argumento de la actual conducción cuando defiende su gestión a pesar de los resultados no tan positivos allá arriba en el profesionalismo. Los números abajo acompañan, aunque siempre haya detalles y casos que atender en lo particular, los números acompañan. Salud.