La recuperación le demandó 6 meses. Pero ponerse a punto le llevó más tiempo de lo esperado. Jugó algunos partidos con Argentina XV hasta que estuvo a la par y después no la soltó más, se puso la de Los Pumas, la rompió, jugó casi todo el resto del Super Rugby y llegó el merecido momento, una nominación a Revelación del Año de World Rugby. En el patio de su casa, al lado de la cancha 2 de Duendes nos atendió para tocar todas las cuerdas, la rehabilitación, los golpes recibidos y la gran entrada al mundo Puma. Un crack sin techo a la vista y con la humildad de los más grandes de la historia. Emiliano Boffelli más auténtico y espontáneo que nunca, a continuación.