Promediando la zona de grupos, Gimnasia derrotó 17 a 3 a Duendes y desde Pueblo Esther comenzó a desandar el preciado camino hacia la zona campeonato.
Era de esperar. Ambos transitando presentes muy distintos, no hicieron más que desnudarse deportivamente para dejar ver lo que les acontece en particular por estos días. El men sana envalentonado por el envión anímico que lo cubre en este arranque del torneo, no hizo más que conservar la serenidad del torero que se sabe superior en el momento de la estocada. Y ese temple sería una constante en todo el transcurso del tiempo reglamentario.
El clima, analizado globalmente en el contexto ha sido factor fundamental en el atentado contra el buen juego y el espectáculo. Y no me refiero sólo a las precipitaciones de las últimas horas. Si no también a lo acaecido durante los meses anteriores. Revisemos: el verano y sus temperaturas templadas no dejan llegar un otoño más correspondido con esta altura de mayo. Sumado a las irregulares lluvias desplazaron la fecha de siembre del césped de invierno en los clubes. Sobra humedad y faltan buenas heladas, esas que mi abuela consideraba irreemplazables para cosechar cítricos dulces.
Entonces jugar en canchas alternativas no favorece en absoluto el buen desarrollo de juego, en conservar intacto el físico de los protagonistas y en permitirle al balón viajar en juego por convertirse en un ingobernable trozo de jabón mojado. Todo este sin número de imponderables no quita mérito al ganador ni justifica al perdedor. Es sólo una descripción del panorama sobre el cual está transcurriendo esta parte de la competencia.
El verdinegro, diezmado por las bajas por lesión, con una planilla plagada de jóvenes promesas, deambuló en la maraña de obstáculos propuestas por su anfitrión. Sigue sufriendo el line out, se apaga en los momentos que no consigue posesión y repite errores de concentración en las pocas oportunidades claras que se le presentan. No pasaría mucho tiempo sin verse atropellado corto y por el centro. El negocio era ese. Y Gimnasia fue el que vislumbró la ocasión para continuar la racha.
Extinguir la llama del camino es la premisa oficial. Como sucedió el año pasado dio cuenta del mismo adversario. Pero la hoja de ruta debería desembocar en las etapas decisivas que hace varias temporadas no visita. Sin dejar de poner el acento en levantar un trofeo que el Parque Independencia extraña. Que se sumen a la lista de candidatos es una tremenda alegría. Terminarán por darme la razón cuando afirmo sin temor a equivocarme que el Litoral es el torneo más lindo, cambiante y entretenido de todos los regionales.
Gimnasia: Tomás Leonori, Franco Palillo, Julio Speziali; Santiago Rébori, Ramiro Guraya; Tomás Rodríguez, Axel Fiore, Ignacio Villegas;
Luciano Fasoletti (c), Ramiro Picotto; Gerónimo Galli, Andrés Speziali, Francisco Gracia, Manuel Covella; José Forlla.
D.T.: Bosch - Cabeza - Dinucci.
Cambios: 1 x 18 Gastón López, 2 x 16 Juan M. De Torres, 3 x 17 Néstor Gramajo, 4 x 20 Joaquín Ferreyra, 8 x 19 Franco Tirabasso, 12 x 22 Tomás Speziali, 11 x 21 Benjamín Patiño.
Duendes: Carlos Ibarguren, Exequiel Céspedes, Mauro Genco; Facundo Sacovechi, Federico Ciancio; Cristian Lisandrini, Jeremías Del Mastro, Ignacio Gandini; Hernán Resta y Mateo Escalante (c); Julián Denhoff, Maximiliano Nannini, Juan Rapuzzi, Joaquín Brogliatti; Patricio Rodríguez Vidal.
D.T.: Bilbao - Galatro.
Cambios: 1 x 21 Bernardo Lis, 6 x 17 Sergio Cej, 8 x 19 Giuliano Buffarini, 12 x 20 Andrés Amelong, 14 x 16 Emiliano Narvaja.
Árbitro: Juan P. Spirandelli
Cancha: G.E.R. (Pueblo Esther)
3ra fecha zona A TRL 2017
Primer tiempo:
3 min try Julio Speziali 5 – 0
20 min try Villegas 10 – 0
26 min penal M. Escalante 10 – 3
Segundo tiempo:
15 min sin bin Rapuzzi
17 min try Tirabasso conv. Picotto 17 – 3
29 min sin bin De Torres
31 min sin bin Nannini.
Por Jorge Franco.