Pasaron las dos semifinales. Rugby de alta intensidad y calidad. Llamativa la superioridad con que se impusieron ambos finalistas. La expectativa era de mayor paridad.
Hablando en general se puede afirmar que se impusieron aquellos que fueron contundentes en defensa hasta el nivel de, particularmente en el caso de el cruce entre neocelandeses, de hacer parecer a los Chiefs como principiantes desorientados. También el resultado entre Lions y Highlanders está maquillado por un par de tries logrados por los perdedores con el partido definido.
Si nos ocupamos del juego en particular pudimos observar un trabajo defensivo sumamente agresivo de los ganadores. Con defensas muy al límite del offside, bien arriba y con tackles muy sólidos y altamente solidarios en la cobertura de espacios.
Particularmente me sorprendió Lions, a quien no había tenido oportunidad de ver con la formación titular. Un pack de forwards a la sudafricana con tamaños exuberantes y algunos jugadores de élite como el ala y capitán Kries. Tres cuartos potentes entre los que destaca por su potencia Van Rensburg y una pareja de medios que pide la camiseta verde de los Springboks, Declerk y Jantjies. Este último completó un partido fenomenal incluyendo un contraataque partiendo de sus 22 metros con amague de patada y carrera al espacio, dos uno con su wing derecho y try en la bandera. Muy certero en las patadas a los palos.
Highlanders tuvo como protagonista y abanderado a Ardie Savea (el famoso Julian jugó apenas 5 minutos) que hizo de todo. Está en un nivel para considerarlo All Black.
Merece un párrafo aparte el try que gesta Beauden Barrett. Contraataque en sus 22, lectura de la posición (en la repetición se observa como ve el espacio a espaldas de la defensa) sombrero largo, recupero de la posesión, carrera larga hasta el tackle en 22 contrarias y con un gesto técnico exquisito, pase al apoyo desde el suelo para el try.
La evolución del juego ha hecho inútiles la secuencia de fases prolongadas. Lo que vale es la velocidad de salida de la pelota de los puntos de contacto. Cuanto más rápido salga más posibilidades existen de desorganizar la defensa. Ganar el duelo en el punto de contacto es el primer paso, la calidad de los apoyos define la posesión, un medio scrum atento y de pase veloz y largo le da continuidad al juego y atacantes en disponibilidad y con líneas de carrera adecuadas completan esta síntesis. Sencillo de enunciar. Difícil de ejecutar. Se trata de conseguir las destrezas necesarias para poder hacerlo.
Se viene la final con promesa de buen rugby. A disfrutarlo entonces.
Hasta la semana próxima.