El grupo 3 del Nacional de Clubes se define el sábado en Santa Fe
Hace unos dieciséis años, cuando comenzó a disputarse el Torneo Regional del Litoral, pudimos de a poco ir conociendo con más profundidad el estilo rugbístico de otras uniones. En aquel momento los medios de comunicación no dedicaban mucho espacio para esta disciplina y, en aquellos años, los medios electrónicos y redes estaban en pañales. Entonces había que verlo en persona, encontrándonos con gratas sorpresas.
Al principio se presentó como una etapa de amesetamiento de los clubes de la URR confiados en su mayor poderío. Como la otra cara de la moneda los de la USR y de la UER, tomaron el desafío del crecimiento con uñas y dientes. Y unas ediciones después estaban todos los clubes de la región integrados en la lucha por nivelar hacia arriba, porque efectivamente había material como para destacarse.
Tal es así que se convirtieron en grandes animadores pasando a ocupar lugares antes sólo reservados para los “grandes” de Rosario. Así apareció Santa Fe Rugby y su generación dorada para alzar un título, Estudiantes de Paraná metiéndose en algún Final Four; y el CRAI que chiflando bajito era ese equipo siempre difícil de enfrentar.
Y toda esta larga introducción sirve incluso a los menos interiorizados en el tema, para entender el presente del Club de Rugby Ateneo Inmaculada. Institución que se dedicó sin descanso a crecer en todos los sentidos. De a poco y sin detenerse, dejó de ser ese campito a un costado de la autopista, su cantera se amplió en forma directamente proporcional a los desafíos deportivos, dejó de disputar los lugares de protagonismo en los escritorios y no sacó de su entrecejo el trabajo.
Entonces se convirtió en protagonista. De equipo difícil pasó a ser el que le quitaba los invictos a los grandes. Se erigió como el gran animador de las finales. Y hasta tuvo chances serias de campeonar en las últimas ediciones. Con todo ello arribaron las oportunidades de mostrarse a nivel nacional. Y de hacer historia como la gloria conseguida ayer: ganarle ampliamente a Newman el subcampeón 2015 y tener chances claras de meterse entre los ocho mejores del país.
Por haber progresado en línea ascendente en el correr del torneo Nacional de Clubes, ha demostrado que será un gran aprieto para La Plata viajar a Santa Fe a jugarse la suerte de pasar de ronda. Justo frente al CRAI, últimamente acostumbrado a conseguir la heroica que pocos creen posible. Pero hay sobradas muestras que para la ilusión de esos muchachos no existen los imposibles.