Con su particular semblante, Román Miralles -fullback de Duendes- analizó el anhelado triunfo ante Tucumán Lawn Tennis, se refirió al recambio en el plantel y, además, palpitó el choque ante CUBA, su verdugo en la final del 2014.
Pasan los años, los jugadores, los entrenadores… Pero él siempre está ahí, como hace trece años, siendo el guardián del fondo. Es Román Miralles, símbolo de Duendes y ex jugador de Los Pumas (también jugó en Pampas XV, Argentina XV y Pumas 7’s).
Su amor por el verdinegro trasciende cualquier tipo de fronteras. Hace tres años, llegó a rechazar una oferta de un club europeo para continuar jugando en su amado Duendes, allí donde despierta cada mañana y donde piensa vivir el resto de sus días. Duendes es, literalmente, su casa.
En Las Delicias se respira otro aire luego del éxito sobre Tucumán Lawn Tennis. Sin exhibir su mejor versión, esa que lo llevó a ser considerado el mejor equipo del país, el verdinegro supo hacerse fuerte y conseguir un triunfo clave para seguir en carrera.
- ¿Qué balance hacés del partido?
- El saldo fue positivo. Antes de entrar a jugar, lo único que dije en la charla fue que el partido había que ganarlo, ya sea por uno o por diez puntos, jugando bien o mal, pero la premisa era ganarlo. Por suerte lo pudimos hacer y volvimos a estar en carrera.
- Para Duendes, el line es una plataforma de juego fundamental. Sin embargo, ante Lawn Tennis perdieron varias pelotas…
- Sí, totalmente. No sólo contra Lawn Tennis sino también contra Tala. Fue algo que nos llamó poderosamente la atención, ya que Duendes ha tenido muy pocas veces problemas en el line out. Es más, lanzamos el juego a través de esa formación. Esta semana vamos a tener que trabajar mucho en ese aspecto, tanto los saltadores como los tiradores, para que no vuelva a pasar.
- En el último tiempo sufrieron la baja de jugadores muy importantes como Jerónimo de la Fuente, Emiliano Boffelli, Felipe Arregui, Tomás Carrió y Guido Randisi (lesión), entre otros. ¿Creés que llegó definitivamente el momento del recambio?
- La realidad es que sufrimos un recambio muy importante. Pero también hay otra realidad y es que el club sigue teniendo jugadores. Quizá no de la talla como los que se fueron o dejaron de jugar, pero no dejan de ser jugadores importantes y que le dan mucho al club. Sabíamos que este recambio, en algún momento, iba a llegar. Ahora está en los más grandes ver cómo guiamos a los más chicos.
- ¿Es difícil asumir esa responsabilidad como referente? ¿Cómo lo hacés?
- No es para nada difícil. Lo haré de la misma manera en que lo hicieron conmigo cuando era chico. Me han dado mucha confianza. Esa es la clave. Hay que darles confianza, porque si no se la das es cuatro veces peor. Hay muchos chicos que están jugando el Nacional de Clubes con 19 o 20 años y están demostrando estar la altura.
- El próximo desafío es nada menos que ante CUBA y el recuerdo de la final -imagino- sigue latente. ¿Se puede considerar como una revancha?
Por más de que les metamos cincuenta puntos, no nos vamos a olvidar nunca lo que pasó en la final del 2014. Pero ya pasó, es historia. Lo que nosotros vamos a buscar es una victoria para poder seguir metidos en este torneo. Es la deuda que nos quedó pendiente el año pasado. Hacía muchos años que Duendes no clasificaba a la siguiente fase. Es la espina más fuerte que tenemos, pero este año le vamos a encontrar la vuelta para seguir adelante.
Texto: Federico Galfano/UAR.