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El Extraño Orgullo de Seguirlos

Hoy se produce el debut de local de Jaguares en Vélez, con plena presencia rosarina en la cancha y en el banco. Allá iremos con la plena seguridad de gozar de un gran espectáculo, pero con el plus de tenerlos a ellos formando parte, y con las ganas de verlos crecer y consolidarse en la elite mundial como lo han hecho hasta acá.

El Rugby Championship representó un quiebre en todo lo que veníamos haciendo en materia de cobertura de partidos, por supuesto que también fue rugbístico y se han escrito muchas líneas al respecto y analizado de diversas maneras y medios, por lo que no será materia de profundo análisis en esta columna la cuestión deportiva.

Es más bien desde nuestra óptica que quiero graficar lo que nos fue pasando a nosotros. Porque también para nosotros fue una revolución, y desde diversos puntos de vista, dada la cantidad de partidos disponibles en suelo argento para cubrir Pumas. Las dos ventanas y alguna otra cosita más que pudiera surgir. Esporádicas visitas de los del sur y todo lo demás por la tele, siempre, para todos aquellos que no trabajamos en medios grandes o simplemente tenemos un medio propio en el interior. Trasladarse por todo el país con la alegría de poder cubrir los partidos fue tan extraordinario como acostumbrarse a ver a los ídolos del rugby de cerca, y verlos doblegarse bajo la fiereza y el crecimiento de los chicos argentinos. A veces de a ratos y escapándose en el final como en Salta, y luego imponiendo condiciones y quedándose con el partido como en Mendoza.

Los vimos crecer constantemente, los vimos consolidar sus destrezas y mejorar todos los aspectos de su condición de jugadores de alto rendimiento. Los acompañamos, de alguna manera, de allí lo del "Extraño Orgullo" del título.

Presencia rosarina hay desde el inicio del rugby, desde la mítica gira fundacional y en todos los tiempos del seleccionado, Benzi, Imhoff, España, Crexell, Bossicovich, Pérez, Bouza y un largo etcétera. En estos tiempos son Senatore, Imhoff, De la Fuente, y en el staff por supuesto.

La aparición de Jaguares supone un nuevo salto que todavía no podemos mensurar como no lo hicimos en los primeros partidos del RCH del 2012. Y es todo nuevo porque además presenta costumbres de club para los jugadores y staff. La creación de una nueva imagen y una nueva mística -distinta a Pumas- con matices parecidos y otros no tanto.

Y allí están ellos otra vez, los rosarinos, Leonardo, que no para de superarse, de incorporar nuevas cosas a su estilo inconfundible, sus arranques y su manejo de la hilera, y es un jugador hecho y derecho de Super Rugby, como si siempre lo hubiera hecho. Jerónimo, una bestia, un crack, un tractor que tiene cada día más potencia y es el centro perfecto del rugby de estos días, que no comete errores y va para adelante generando para todos sus compañeros los espacios y posibilidades y hasta para el mismo. Emiliano, que decir de Emi, porque ya cansamos con que lo conocemos desde que nació y lo vemos desde que juega en infantiles, basta, dejemos al chico crecer -no tiene techo, ahora la está dejando chiquita de wing, DE WING!- pero en el medio digamos que juega de todo y todavía no vimos lo mejor, aunque también sean los colegas los que están sorprendidos y nos comenten que es un fenómeno. Y Fela, Felipe Arregui, con esfuerzo y dedicación se metió en un plantel juvenil y fue al mundial, se fue a Tucumán a formarse con los mejores maestros de la primera línea y siguió y siguió hasta que se le abrió esta chance. Un perseverante, de aquellos.

Pequeño párrafo aparte para Raúl Pérez, un fanático que lleva todos los límites de su trabajo al extremo y que está al frente de este equipo con la mística verdinegra, y la de los maestros del rugby, los del '65 y los de todas las épocas.

Y nosotros, los que tratamos de ir con ellos a todos lados, como hinchas, como fanas de su condición de Pumas, hoy de Jaguares y de todo lo que jueguen, siempre tratando de que nuestros lectores, nuestra audiencia televisiva, nuestros oyentes de la radio, escuchen de primera mano sus testimonios y emociones antes y después de los partidos. No somos amigos, no hace falta decirlo, pero es un extraño orgullo el que se siente estar con ellos en todos lados, verlos masticar la bronca cuando pierden y la alegría cuando ganan. Estar, traer, contar, siempre contar, comunicar. Con el sello distintivo de nuestra rosarinidad, al palo.

SG.

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